Torremolinos frente al mar, el Bajondillo, la Roca, el Castillo del Inglés. Un bellísimo paisaje que ya sólo existe en las fotografías que, hasta los años sesenta del siglo XX, muestran un escueto caserío en torno a la Torre de Pimentel. Os mostramos aquí, ahora que comienza el verano, una refrescante selección de la CFRivero que viaja en el tiempo.
Torremolinos entre el XIX y el XX
Desconocemos quien fue el autor de esta fotografía de la Cuesta del Tajo al sol de la mañana, con la Torre de Pimentel al fondo y, a su izquierda, el molino de «La Bóveda», aún sin el rótulo que se colocó en su fachada en años posteriores, pero ello no disminuye el interés de esta primerísima imagen de Torremolinos.
Cuando en los primeros años sesenta se produce la llegada masiva de turistas a las inmediaciones de Málaga, desde el pequeño aeropuerto del Rompedizo, Torremolinos comienza un proceso imparable de transformación, en el que sus perfiles se pierden bajo el peso del hormigón. Pero su caracter excepcional y su cercanía a la ciudad de Málaga, ya habían llamado la atención a un discreto turismo de élite que comienza cuando George Langworthy, en 1927, convierte su residencia en el primer hotel de este enclave en la Costa del Sol:
El Castillo de Santa Clara, o Castillo del Inglés, se dibuja, frente al mar, en la fotografía que abre este artículo, una tarjeta postal de 1935 de L. Roisin, titulada: 140. Málaga. Alrededores. Torremolinos, playa.
Apenas estrenado el siglo XX tenemos una de las primeras estereoscopias que realizó Jacinto Ruiz del Portal Ribelles, con una cámara tipo veráscopo de 45×107 mm, en su afán de legarnos las más bellas imágenes de Málaga. Sobre estas líneas vemos un detalle de la playa con los pescadores sacando el «copo» y los chavales preparados para llenar sus «cenachos» y subir rápidamente al pueblo a ofrecer la mercancía.
Paseantes en los años 20:
La siguiente vista data ya de 1920, gracias a una de las salidas programadas por la Sociedad Excursionista de Málaga. Estamos en uno de los tres miradores que construyó «el inglés de la peseta«, Mr. Langworthy, (comandante de los Dragoon Guards de la caballería colonial británica en la India), cuando ajardinó todo el entorno del antiguo «castillo» situado estratégicamente en la «Punta de la Torre de los Molinos», entre las playas del Bajondillo y La Carihuela, para dotar a su
residencia de un entorno que propiciara el paseo y que, gracias a su generosidad, fue inmediatamente apreciado por todos aquellos que podían permitirse un viaje, ya fuese desde la ciudad o desde Inglaterra, origen de aquellos incipientes turistas que aterrizaban en Gibraltar.
La fecha de 1922 consta en el reverso de esta otra fotografía, en la que dos jóvenes de la alta sociedad posan ataviadas «años 20», ante el caserío que desciende por el acantilado y se recorta frente al Mediterráneo. La familia decidió usar un papel previamente diseñado como tarjeta postal, con la clara intención de usarla en su correspondencia y mostrar al mismo tiempo la belleza del paisaje.
Esta otra fotografía es de 1924, como consta en la descripción manuscrita de un turista alemán que está de «veraneo», indica también que se trata de la «parte baja de Torremolinos». Es su fachada marítima, a la que hoy dedicamos nuestra atención. Hacia el interior, el pueblo creció en torno a sus molinos, situados en paisajes que bien merecerían otro artículo.
Como en el caso anterior el formato tarjeta postal del reverso, propicia que sea utilizado en una futura correspondencia y debemos observar también las pequeñas anotaciones taquigráficas del margen izquierdo, que con ayuda de unas flechitas indican dos puntos casi imperceptibles en la foto, pero que el fotógrafo quería resaltar: tal vez su pequeña embarcación en el mar o algún punto en la playa.
De nuevo en 1925 aparece en nuestros registros otra fotografía de uno de los Miradores de Santa Clara. Y es también Jacinto Ruiz del Portal su autor. Fíjense en que su estereoscopia tiene el número 621, han pasado más de veinte años desde que este concienzudo fotógrafo aficionado tomase sus primeras imágenes de Torremolinos, y en esta ocasión capta el mirador desde el oeste, desde la playa de la Carihuela.
Torremolinos en las tarjetas postales, Roisin:
El número creciente de turistas que van apareciendo por Torremolinos en la década de 1930, provoca el interés de los editores de tarjetas postales, y de hecho la firma L. Roisin lanza una pequeña colección de, al menos, diez imágenes cuya numeración se mezcla de manera anárquica con las dedicadas a Málaga. La que os dejamos a continuación tiene el número 1 y en ella se adivina la iglesia de San Miguel Arcángel, a la derecha de la Torre de Pimentel, y a su izquierda los cipreses se perfilan tras las tapias del Cementerio, aquel cementerio a quien el poeta Luis Cernuda que, con otros miembros de la Generación del 27 se alojó en Santa Clara en 1928, no pudo sino dedicar su «Elegía anticipada» que comienza así:
Por la costa del sur, sobre una roca
Alta junto al mar, el cementerio
Aquel descansa en codiciable olvido
Y el agua arrulla el sueño del pasado
Hemos seleccionado también estas otras tarjetas fotográficas de Roisin, la número 43 está tomada desde los jardines que descendían del Hotel Santa Clara, que quedan en primer
plano, bajo ellos la playa del Bajondillo y en el horizonte el Hotel la Roca, fundado por Enrique Bolín Bidwell en 1942. La edificación se aprecia mejor en la postal nº 10, editada por Dolores Oña sin duda con intención publicitaria. A los pies de «La Roca» se ve una incipiente construcción que corresponde al balneario que el Hotel inauguró en 1945.
La hermosa vista que brindaba el perfil del promontorio que dividía las playas del Bajondillo y la Carihuela, hizo que Roisín, además de dedicarle la postal nº 140 que vemos al inicio, realizase
este primer plano. Ambas son imágenes 
bien conocidas a consecuencia del éxito de ventas en su día, ya que hoy no es extraño encontrar ejemplares circulados, como éste que lo hizo en 1944 de Málaga a Manresa.
La imagen de la izquierda pertenece a un grupo de fotografías familiares en el que aparecen estas jóvenes con otros acompañantes en paseos a caballo en la playa, quizá en el propio Bajondillo.
Tarjetas postales de Diego Cortés:
Muchas de las más bellas perspectivas del Torremolinos de la década de 1950 quedaron reflejadas en la colección de tarjetas postales realizadas por Diego Cortés, entre las que reconocemos un primer grupo de sus primeros años y otro con depósito legal de 1958.
La imagen que acompaña estas líneas, muestra el patio del hotel Castillo de Santa Clara y pertenece al periodo en el que el matrimonio Saunders gestionaba el establecimiento. Así consta en el propio título de la postal y en la segunda de la serie de Cortés que aquí os mostramos:
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De este grupo nos quedamos con la perspectiva del patio interior del hotel, cuajado de macetas, con la araucaria al fondo, nota característica del Santa Clara. Y no nos resistimos a incluir también el dorso escrito en holandés y enviado a Amsterdam en octubre de 1953, con un texto propio de un turista satisfecho con su elección.
En su interés por promocionar el hotel Santa Clara, Saunders encargó también una vista aérea que realizó el fotógrafo Velasco hacia 1955.
En esta fotografía se aprecia la primitiva estructura fortificada del «castillo» y la extensión de la finca de Santa Clara adquirida por Langworthy, con las tierras de cultivo y/o jardines aterrazados, bien soportada por múltiples contrafuertes. Sin embargo ha cambiado drásticamente el aspecto de los miradores que recorrían el acantilado.
Las postales de «La Galería»:
En la misma década de 1950 «La Galería edita otra preciosa colección, en la que estas imágenes del pueblito de pescadores y los terrenos cultivados en el Bajondillo conviviendo ya con el balneario turístico, decididamente instalado en sus playas.
«Este rincón de Málaga que es maravilloso…»
Terminamos con otra tarjeta postal circulada en los años sesenta, la imagen es de Diego Cortés y la edita un comercio de Málaga: «Casa Lis Perfumería – Mantillas. Marqués de Larios 3 Málaga»; y con este sencillo texto, extraído de otra postal, que no puede ser más elocuente:
Mamina y hermanos: Os queremos mucho y os estamos recordando muchísimo. Estamos en este rincón de Málaga que es maravilloso, tanto que no se cuando levantaremos el campo. Ya os avisaremos la llegada a esa.
A partir de aquí Torremolinos, durante dos gloriosas décadas, se convirtió en otra realidad distinta(2). En palabras de Alfredo Taján:
Un oasis de tolerancia, cobijo ideal de una fauna orlada de herejes.
Después se convirtió en una pequeña ciudad, pero continúa siendo un lugar maravilloso.
Dése un largo paseo por Torremolinos, recorra la calle de San Miguel, párese ante el molino de La Bóveda y descienda al Bajondillo para darse un baño, no lo olvidará.
- Juan Gavilanes Vélaz de Medrano (2012). El viaje a la Costa del Sol (1959-1969): Proyecto de transformación en los inicios del turismo moderno. Madrid: Universidad Politécnica.
- Torremolinos, de pueblo a mito. Revista Litoral. Número especial. 2017. y «Torremolinos Chic» en Facebook.
Buenos días, me gustaría saber si se sabe algo sobre los anteriores dueños del cortijo, ¿fue la familia de Eduardo Palanca Asensi quienes vivieron allí sobre la época de finales de 1800?
Sentimos no poder aportarle ninguna información sobre este tema. Saludos cordiales
Preciosas fotos pero es necesario aclarar que el Hotel Santa Clara se inauguró en 1930 , los integrantes de la Generación del 27 nunca se hospedaron en Santa Clara, así lo manifiesta Dalí en sus memorias autobiográficas, si es cierto que estuvieron en el Hotel y los jardines admirando la belleza del paisaje.Hay algunos errores más de fechas que me parece inoportuno aclararlo de esta forma , de todas maneras me ha gustado mucho el interés por este tema.
En primer lugar le agradecemos el interés por las fotografías, pero a pesar de que en ellas está nuestro principal interés, somos muy estrictos con el resto de los datos que aportamos. En relación con la estancia de Dalí en el Hotel Santa Clara y su relación con los miembros de la Generación del 27 puede consultar la tesis doctoral de Juan Gavilanes Vélaz de Medrano, que está incluida en la bibliografía, páginas: 111 en adelante. Por tanto, la fecha de 1927 que aparece en varias fuentes, es verosimil frente a quienes atribuyen la apertura del Hotel en 1930, ya que en ese año ya tuvo clientes reconocidos.
Gracias por contestar, no quisiera crear polémica sólo aclarar hechos y fechas, mi abuelo fue el Apoderado y Administrador único de George Langworthy y vivió y trabajó toda su vida en Santa Clara, mi madre, nacida 1923, vivió 42 años allí y yo misma toda mi infancia y parte de la adolescencia.Mi abuelo y mi familia hemos custodiado todos los documentos referidos a Santa Clara y dan fé de que no se arrendó el Hotel en 1927 y tampoco se alojaron la Generación del 27 , se puede consultar la revista del Maquinista de la Generación del 27números 26-27 artículo de Alfonso sanchez Rodríguez
Respuesta de CFRIVERO:
Estimada Victoria, en absoluto nos sentimos ofendidos, sino todo lo contrario, nos parece estupendo que quien tenga conocimientos fundados, como es su caso, expresen sus discrepancias, porque así se enriquece nuestra página, que no pretende más que mostrar las fotografías acompañadas de los textos más veraces que podamos encontrar. Nosotros encontramos en la bibliografía citada lo que hemos puesto, pero no cabe duda que usted puede tener otros datos fidedignos que lo contradigan, por eso le agradecemos la aclaración y dejamos aquí constancia de ello
Bellas imágenes de Torremolinos de un tiempo pasado, que ya no podríamos recuperar aunque se quisiera.
El poder mirar hacia un pasado que no vuelve nos permite ser más conscientes del futuro. Enhorabuena
MARAVILLOSO AYER ….HOY….Y SIEMPRE….UN PARAISO!!!!!!TORREMOLINOS