Cuando la experiencia de volar estaba sólo al alcance de algunos aguerridos pioneros, Málaga asiste a su primer Festival Aéreo, en 1910. Algunas de sus mejores fotografías se conservan en nuestra colección.
La aviación como espectáculo
Entre 1903 y 1906 los pioneros de la aviación Orville y Wilbur Wright, norteamericanos, y el brasileño, establecido en París, Alberto Santos Dumont, realizaron los primeros vuelos en primitivos prototipos de aviones. Desde entonces se multiplicaron los avances aeronáuticos que en muchas ocasiones se daban a conocer al público mediante demostraciones en los llamados «Festivales aéreos». En España los primeros tuvieron lugar en 1910, en ciudades como Barcelona, Madrid, Córdoba o Valencia, durante los meses de mayo y junio. Málaga celebró a finales de agosto de ese mismo año su primer festival aéreo en la zona de la Misericordia, junto al mar.
El legado de los fotógrafos aficionados
En estos primeros años del siglo XX, en Málaga, como en otros muchos lugares, surgieron algunos fotógrafos aficionados, gracias a las novedosas facilidades técnicas que proporcionaban sistemas como el Vérascope patentado por Jules Richard. A uno de estos entusiastas de la fotografía, de nombre desconocido, cuyo legado reúne más de 850 imágenes, entre estereoscopias y placas negativas de vidrio, debemos un magnífico reportaje en el que nos muestra aviones y aviadores, la playa y las instalaciones que se habilitaron, incluso el vuelo de los prototipos, con la gran dificultad técnica que ello suponía.
Jullerot y Mollien, dos pilotos intrépidos
En el festival participaron dos aviadores franceses: Henri Jullerot, pilotando un biplano Farman y Elie Mollien,
que pilotó un monoplano Blériot, que si se fijan lleva un crespón negro, muy probablemente como homenaje a algún otro piloto fallecido en estos arriesgados ejercicios.
En la comisión organizadora del Festival estaba también el Marqués de Larios, pero el verdadero alma del proyecto fue Juan Ponce de León que consiguió la colaboración de las instituciones malagueñas, y aseguró el éxito del proyecto y una gran concurrencia de público, a pesar de que el mal tiempo obligó a suspender la exhibición en una de sus jornadas.
Volar sobre el Mediterráneo