Louis de Clercq ( 1837-1901) París.
Sevilla, fachada del palacio de San Telmo. Albúmina, negativo de papel. 1860
De Clercq fue uno de los últimos representantes de aquellos pioneros, amantes de la fotografía, que desde una posición acomodada la prácticaron por pura afición, pero con una gran profesionalidad.
Un interesante grupo, formado por aristócratas, artistas o arqueólogos, cuyo interés por el arte y la fotografía les llevó en muchos casos a viajar a Oriente Medio y Tierra Santa para perpetuar con sus cámaras aquellos lugares y monumentos en peligro de desaparición.
En 1859 De Clercq viaja a Siria con el arqueólogo Guillaume Rey quien estaba interesado en estudiar los castillos de los cruzados. En su camino de regreso recorre Palestina, Egipto y España, publicando al fin, en 1861, su trabajo fotográfico en 6 volúmenes, el último de los cuales está dedicado a España, con fotografías de Sevilla, Cádiz, Málaga, Granada, Madrid, Aranjuez y El Escorial.
LA TÉCNICA
De Clercq forma también parte de los seguidores del método inventado por Le Gray: negativo de papel encerado y positivado en albúmina.
LA FOTOGRAFÍA
Se trata de la fachada del Palacio de San Telmo, el antiguo seminario y Colegio de la Marina que los Duques de Montpensier convirtieron en un magnífico palacio al establecer en Sevilla la denominada “Corte chica”. Antonio de Orleans, pretendiente fallido a la corona de España y amante de la fotografía y de las artes, se erigió en mecenas de artistas, muchos de ellos pintores, pero también fotógrafos, entre los cuales encontramos nombres como los de Masson, Clifford, Leygonier o Reynoso. (CFRivero)
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