Samuel Bourne (1834-1912) Reino Unido. Poblado en Bengala, India. Albúmina. 1864
Se inició Bourne en la fotografía como aficionado, al tiempo que su empleo como banquero le permitía acercarse a este arte complicado y costoso, pero pronto optó por la fotografía como profesión, y con gran éxito. Ya sus paisajes fueron expuestos en la Exposición Universal de Londres de 1862.
Su afán por conocer y fotografiar otras latitudes le llevó a la India y ya en 1863 le encontramos establecido en Calcuta y al año siguiente en Simla, en asociación con otros fotógrafos, pero fué sobre todo con Charles Shepherd con quien mantuvo una relación más duradera. Desde allí realizó múltiples viajes por la India y el Himalaya y regresó a Inglaterra siete años después, con más de 2200 bellas imágenes de la más alta calidad, técnica y artística. Sus relatos acerca de estos viajes se publicaron en el British Journal of Photography entre 1863 y 1870, en ellos describe las duras condiciones de los caminos, las bajas temperaturas, la congelación de los productos, la pérdida de equipo … o las dificultades con sus más de 40 porteadores que incluso le abandonaron en medio de una tormenta que estuvo a punto de costarle la vida.
En los años siguientes la fotografía y la pintura a la acuarela llenaron sus horas, aunque no como profesional. Sus fotografías, desde la casa comercial Bourne y Pastor en Calcuta se comercializaron contínuamente en los siguientes 140 años, aunque las placas originales se destruyeron en un incendio en 1991.
Kimbei Kusakabe (1841-1934) Japón. Pareja de ancianos japoneses. Yokohama. Albúmina iluminada. 1890
Inicia Kimbei su relación con la fotografía como «iluminador» en el estudio del fotógrafo inglés Felice Beato, establecido en 1863 en Yokohama, con quien aprende los procedimientos de este nuevo arte. También es conocida su relación con el Baron Raimund von Stillfried, igualmente establecido en Yokohama cuya producción de paisajes japoneses coloreados a mano era muy apreciada.
Su obra se independiza al establecer su propio estudio en 1881, son muy reconocidos sus retratos de caracter psicológico y su fotografía de paisajes en los que consigue trasmitir el espíritu y la estética japonesas. No obstante en su producción hay que reconocer obras debidas a otros autores como Beato, Stillfried, Uchida Kuichi y otros.
Sus fotografías, delicadamente coloreadas, eran fuertemente demandadas por los viajeros que visitaban Japón, hasta el punto de que hoy son difíciles de encontrar en su país de origen. (CFRivero)
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