James Robertson (1813-1888) Reino Unido. Templo de Júpiter Olímpico en Atenas. Albúmina. 1853-54
EL FOTÓGRAFO
Entre los fotógrafos pioneros, encontramos algunos que son protagonistas de una auténtica vivencia épica de la fotografía, como Frith, Bourne o John Thomson. Para algunos fue desde el principio una vocación, pero otros, como es el caso de James Robertson, encontraron la fotografía en su camino.
Su oficio de tallador de gemas y acuñador de moneda le había llevado a trabajar para el Imperio Otomano en Constantinopla, donde entró en contacto con otros grandes fotógrafos, los hermanos Felice y Antonio Beato, que le introdujeron en la fotografía, y en su familia, ya que acabó casándose con su hermana. Sus trabajos fotográficos le situan junto a Roger Fenton en el conflicto de Crimea, convirtiéndose así en uno de los primeros reporteros de guerra. Más tarde le encontramos en Palestina, Siria, Malta, El Cairo, Turquía y Grecia. De regreso a Constantinopla se asocia brevemente con Charles Shepherd y retoma su oficio de grabador, pero su espíritu aventurero le hace viajar por oriente hasta Japón. Murió en la ciudad de Yokohama en 1888.
Su obra suele estar firmada en el negativo, apareciendo en el positivo, como en el caso de la fotografía expuesta, firmada en la parte inferior derecha.
LA FOTOGRAFÍA
Sus trabajos incluyen monumentos y paisajes de Oriente Medio, lugares de interés arqueológico, etc. en unos tiempos tempranos de la fotografía que son hoy muy apreciados.
El templo de Júpiter – para los romanos – y de Zeus – para los griegos – Olímpico, el más grande de la Grecia de su tiempo, comenzó a construirse en el S. VI a. de C. aunque la polémica sobre sus dimensiones llevaron a su paralización. No se terminó hasta el S. II d. de C. ya bajo dominación romana, gracias al emperador Adriano. (CFRivero)
 |
 |
 |
