
L’Espagne es el título del relato del viaje por España que realizaron en 1862 Gustave Doré y su amigo Charles Davillier. Por supuesto que el resultado fue un libro genialmente ilustrado en el que Doré, tras las maravillosas imágenes de ambiente cargadas de personajes, hubo de incluir los monumentales decorados que el público europeo identificaba con España. Y es aquí cuando descubrimos que, en contra de su costumbre, Doré usó la fotografía para inspirarse en sus diseños de la obra L’Espagne. La identificación de estas fotografías y sus correspondientes versiones en los dibujos de Doré es la aventura que os proponemos.
Abstract:
L’Espagne (in english: Spain) is the title of the account of the journey through Spain that Gustave Doré and his friend Charles Davillier made in 1862. Of course, the result was a brilliantly illustrated book in which Doré, after the wonderful images of the environment loaded with characters, had to include the monumental sets that the European public identified with Spain. And it is here that photography comes into play and we find that, contrary to his custom, Doré resorts to photographic images that in those years he was able to consult or acquire. Identifying these photographs and their corresponding versions in Doré’s drawings is the adventure we propose.
Esta investigación ha dado lugar a un artículo que puede leerse en:
La fotografía en la obra de Gustave Doré durante su viaje a España. Fotocinema, 2020, nº 21 p: 289-318. DOI https://doi.org/10.24310/Fotocinema.2020.vi21.10010
Antecedentes:
Incluímos también en este post la presentación utilizada en el Curso de Verano de la Universidad de Almería: “Andalucía en la historia fotográfica del XIX“, en la que se aprecia con todo detalle la relación entre grabados y fotografía:
Fue la exposición “Gustave Doré, viajero por Andalucía” en colaboración con el Museo Carmen Thyssen Málaga, el detonante de esta investigación de la que publicamos algunos indicios en “La España romántica en versión estereoscópica”, en 2008.

También en este blog publicamos un pequeño post que titulamos “Tomado de fotografía”, grabados al descubierto. En el que hacíamos un pequeño avance con el ejemplo del grabado de Doré del puerto y la catedral de Málaga.

Doré y sus técnicas de trabajo:
Tras los primeros hallazgos de las coincidencias entre los grabados y fotografías coetáneas de aquellos paisajes y monumentos españoles, vino la curiosidad por conocer si entre sus técnicas habituales de dibujo se incluía el uso de fotografías, o en qué otras obras se habían utilizado como inspiración de los grabados… Nada de esto puede deducirse del estudio de su biografía ni de la descripción de sus trabajos que hacen los especialistas, más bien al contrario Gustave Doré es un dibujante imaginativo que transforma una realidad que queda grabada en su mente, sin ni siquiera tomar apuntes del natural. En cierta ocasión, en un paseo por Londres para preparar un trabajo sobre la ciudad, su acompañante Blanchar Jerrold le presiona para que dibuje sobre la marcha, Doré le responde con una frase que se haría famosa: “Tengo la cabeza llena de colodión”*.

Así, su obra L’Espagne se nos revela como una obra ciertamente atípica en la trayectoria de Doré, a quien imaginamos inducido por su editor, Hachette, a ilustrar también con vistas topográficas que potenciaran la identificación del país entre los lectores.

Investigación sistemática:
La búsqueda sistemática de fotografías contemporáneas a la realización de los grabados nos ha descubierto hasta ahora treinta y ocho casos de coincidencias, que quedan gráficamente explicadas en el Cuadro 1 del artículo que referenciamos más arriba:

Último descubrimiento:
A ellas hay que sumar el último descubrimiento que llegó tras la publicación del trabajo, pero que ahora podemos incluir en este post: Se trata del grabado del Salón de Embajadores del Alcázar de Sevilla que encabeza estas líneas y que reproduce exactamente la fotografía que le acompaña cuyo autor podría ser Mauzaisse.
Conclusión:
La genialidad de Gustave Doré y la calidad de su obra son hechos indiscutibles, el uso de la fotografía para la realización de grabados y pinturas fue una práctica común desde los primeros momentos de la existencia de este arte, una cuestión que no desdice en absoluto el trabajo del artista. Pero sí es necesario establecer hechos como el estudiado que ponen de relieve cuestiones tan interesantes como la circulación de los productos fotográficos en las capitales españolas, o en París… los autores artífices de aquellas fotografías, la identificación que ambos, fotógrafo y dibujante, hicieron de los lugares más emblemáticos de la España romántica…

Aún quedan algunos grabados susceptibles de una procedencia fotográfica, que también quedan indicados en otro de los cuadros del artículo, en espera quizá de alguna otra investigación.

En la cabecera: La Fuente de Cibeles en Madrid, grabado de Doré y fotografía de Jean Laurent en 1870.
* Doré intenta así explicar que su cabeza es como una cámara fotográfica al “colodión”, que es la técnica imperante en aquellos momentos.
Un trabajo más que meritorio e importantisimo para la historia de la ilustración y su dependencia de la fotografía.
Davillier dice varias veces que Doré tomó tal apunte o dibujó tal escena del natural, alabando la habilidad del dibujante. Pero los testimonios gráficos que aportas sobre los monumentos y vistas de ciudades no dejan lugar a dudas. Los hizo a partir de fotografías.
Un texto estupendo el de Gustave Doré, enhorabuena Juan Antonio
Muchas gracias Bernardo !!!