Nombres de escritores… sonidos familiares que nos llevan a los títulos de sus obras, quizá a alguna de sus frases que nos dejaron huella. Pero… y su rostro… que aspecto tenían los dueños de aquellas palabras impresas en mil libros…


Recuperar sus fotografías es el objetivo que se propuso Publio López Mondéjar hace más de veinte años, en una búsqueda que abarca desde que la técnica fotográfica, a mediados del siglo XIX, fué capaz de congelar la impronta de su imagen.
El fruto de este inmenso trabajo es una exposición titulada “El rostro de las letras”*, cuyo completo catálogo está disponible en línea. La exposición que ya se mostró en 2014 en Madrid, desde el 2 de Octubre de 2015 se muestra en el Centro Cultural Generación del 27, en Málaga.
Modestamente queremos contribuir a este propósito mostrando aquí las imágenes de los escritores que se encuentran en la CFRivero.
Como portada hemos seleccionado una fotografía del poeta Salvador Rueda ante su humilde casa natal en la pedanía malagueña de Benaque, una imagen que le identifica, ya en sus últimos años, unido a su tierra y a sus gentes.

Uno de los escritores más fotografiados de mediados del siglo XIX fué Pedro Antonio de Alarcón. Numerosas fotografías en retratos de estudio o de ambiente, o en retratos colectivos con otros escritores, descubren su interés por dejar perpetuada su imagen para la posteridad, no sólo sus escritos.

Nombres conocidos, como Emilio Castelar, Práxedes Mateo Sagasta o Juan Bravo Murillo -que además ocuparon los más altos cargos políticos de la época- a su paso por los

estudios de los más reputados fotógrafos de Madrid, como el de José Martínez Sánchez o de Jean Laurent, o quizá también por estudios parisinos (como el de Disdéri), quedaban incluidos en el catálogo de fotografías de personalidades que comercializaban estos fotógrafos, y entraban así en el circuito de las colecciones privadas de los aficionados a la cartomanía.

A veces estas fotografías en el formato carte de visite, reproducían la caricatura del personaje, que encontraba igualmente aceptación entre la clientela, como en este caso del retrato de Hartzenbusch, que superando sus humildes orígenes llegó a ser director de la Biblioteca Nacional.

O como en esta imagen del famoso Ramón Mesonero Romanos,

que a sus publicaciones literarias y periodísticas unió su interés por la ciudad, fue concejal del ayuntamiento de Madrid y promotor de los más importantes cambios urbanísticos que tuvo la capital en aquellos años.

Aunque destacar en la literatura a mediados del siglo XIX, obligaba a los literatos a tener una presencia física en la capital del reino, tambien en sus ciudades de origen se encuentran nombres de reconocido prestigio, como en el caso de Baltasar Martínez Durán, poeta granadino inmerso en la corriente romántica.

Incluimos por último el retrato de Luis Mariano de Larra, hijo de Mariano José de Larra, que también se abrió camino en el mundo de las letras en esta segunda mitad del siglo XIX. La fotografía está realizada en el estudio de Juliá, uno de los primeros estudios fotográficos de Madrid.
Hemos encontrado un soneto de Salvador Rueda dedicado a la Fotografía que bien puede servir para cerrar este post:
Encerrado en la cámara sombría
Está el cristal bañado y nebuloso,
Esperando el momento esplendoroso
De ver la pura claridad del día.
Sonríe en la entoldada galería
Un rostro de mujer bello y gracioso
Que sueña con el beso luminoso
Que ha de grabar su angélica poesía.
Fija el brillante sol la imagen grata
En la sensible túnica de plata
Del cristal, venturoso de su suerte.
Y eternizado el rostro peregrino,
La mente aplaude el arte que, divino,
Con un rayo de luz vence a la muerte.
*Audiovisual de la exposición “El rostro de las letras”, las voces de los escritores.
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