Jean Gairoard. Retrato de caballero. Alhaurín el Grande (Málaga) 1849. Daguerrotipo (Col. particular)

Hallado un daguerrotipo de Gairoard

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Jean H. Gairoard. Retrato de caballero. Alhaurín el Grande (Málaga) 1849. Daguerrotipo (Col. particular)

Ya desde 1841 los tiempos de exposición necesarios para realizar retratos al daguerrotipo con cierta comodidad, se habían acortado a unos minutos soportables para el cliente, así que la posibilidad de convertir esta práctica en un lucrativo negocio, en ventajosa competencia con los miniaturistas, hizo que  una auténtica legión de daguerrotipistas franceses e ingleses se dispersaran por la mayor parte del mundo occidental. Cámara en ristre llegaban a las principales ciudades con la ambición de ser los primeros en comunicar la buena nueva y rentabilizar al máximo sus esfuerzos. Algunos de estos fotógrafos transeúntes fueron los

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Anuncio de Jean H Gairoard en «El avisador malagueño» 1849

introductores de la fotografía en muchos lugares, ya que además de la realización de retratos, enseñaban el método y vendían cámaras y materiales.

Este es el caso de Jean Gairoard, que se anuncia en el periódico de Málaga «El Avisador Malagueño» del 19-1-1849 como socio del Ateneo Fotográfico de París, ofreciendo daguerrotipos coloridos mediante el «método americano» y un extenso surtido de objetos en los que colocar los retratos: cajitas, medallones… Se instaló en la calle de San Juan de Dios 3 y cobraba 50 reales de vellón por retrato, un alto precio para la época.

Muy probablemente Jean Honore Gairoard llevaba ya algún tiempo en la ciudad,  aunque quizá su estancia  no duró más allá de 5 o 6 meses, ya que el 15 de abril anuncia su partida hacia Granada. Gracias a las investigaciones de otros autores, casi podemos configurar un itinerario de este daguerrotipista por la geografía española, por ejemplo según Miguel Ángel Yañez Polo estuvo en Sevilla, Huelva, Córdoba (1852) y Granada a lo largo de la década de 1840, en 1848 en Valencia (Publio López Mondejar), en Santander en 1849 (Bernardo Riego), en Zaragoza en 1851 (José Antonio Hernández Latas). Sabemos también que tras su periplo español, nuestro fotógrafo aparece en Nápoles como fotógrafo de la carte de visite, es decir al menos 10 u 11 años después, gracias a tres retratos que pueden verse en el Archivo del Istituto per la storia del Risorgimento italiano

De su producción daguerrotípica sólo se conocía hasta ahora el titulado «Chacun joue son role«(1) fechado en 1849, una curiosa teatralización de 4 personajes ante un juego de ajedrez. Esta pieza fué subastada en París en 2006 y en el correspondiente catálogo de Artcurial (pág. 8) se puede leer una transcripción del texto que aparece en el anverso muy reveladora: «Dédicacé à monsieur Ildefonso Marzo, mars 1849″ en donde consta además una dirección: “Alhaurin 23″, este último dato con dudas.

Esta dedicatoria de Gairoard a Ildefonso Marzo (Alhaurín el Grande (Málaga) 1794 – 1856) literato e historiador muy relacionado con los ámbitos de la cultura, le sitúa no sólo en Málaga sino también en Alhaurín el Grande, una importante población de la vega del Guadalhorce en su provincia y en las mismas fechas. Su relación con Ildefonso Marzo revela también una relación con la localidad algo más que ocasional.

El daguerrotipo

El daguerrotipo que mostramos aquí tiene el tamaño que en la época se denominaba como 1/6 de placa, con una inscripción grabada en la parte superior izquierda con el nombre del fotógrafo y la fecha de realización: Gairoard 1849,  y a su derecha: Laurin. El objeto es propiedad de una familia de Málaga que conoce la relación de este personaje con la localidad malagueña de Alhaurín el Grande.

El retrato en sí mismo es un tanto extraño, el personaje se muestra en una actitud relajada y nada convencional, incluso su indumentaria no coincide con la formalidad acostumbrada en los retratos de la época, lo cual seguramente es atribuible al ambiente rural en el que se encuadra.

(1) Actualmente pertenece a la colección del Museo de la Universidad de Navarra y puede verse en Daguerreobase

Bibliografía:

Juan Antonio Fernández Rivero. Historia de la fotografía en Málaga durante el siglo XIX. Málaga : Universidad – Editorial Miramar, 1994.

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4 comentarios en “Hallado un daguerrotipo de Gairoard”

  1. Bernardo Riego Amézaga

    Hola Juan Antonio y Teresa:
    Me ha sorprendido gratamente el hallazgo del daguerrotipo de J.H. Gairoard, que fue uno de los primeros daguerrotipistas que trabajó en Santander como ya habeis reseñado, y que se anunció aquí en la prensa el 22 de julio de 1849 ofreciendo los «retratos coloridos» como en el anuncio, vendiendo marcos, medallones, alfileres y cámaras daguerrotípicas y enseñando la nueva técnica fotográfica. Aquí cobrara 60 reales por retrato sin contar con el marco y el coloreado. Más caro que en Málaga, es cierto que Santander era entonces una pujante ciudad burguesa con una floreciente economía en torno al puerto y eso no le pasó inadvertido a nuestro daguerrotipista. Para comparar el precio del daguerrotipo, publiqué entonces que una tonelada de carbón costaba en Santander 59 reales en aquellas mismas fechas.

    Por lo que nos cuenta en otro mensaje «jepmb» es bastante evidente que tras su paso por Madrid en junio de 1849 se dirigió hacia Santander, por lo que no sería extraño una parada en Valladolid u otra localidad importante antes de aparecer por aquí con los mismos métodos comerciales que desplegó en Málaga.

    Tenemos pendiente hacer un estudio de los itinerarios que seguían los fotógrafos, que usaban posiblemente la red de postas (no había muchas alternativas) y dejaban huellas de su paso en la prensa local, bien en anuncios tan elaborados (para la época) como el que publicais, bien en las gacetillas de los diarios. Lo que publicais de Gairoard demuestra la movilidad del personaje en un territorio virgen para los negocios fotográficos como era la España de aquellos momentos. Es bastante posible que Gairoard procediese del miniaturismo por su singularidad de colorear retratos en esos momentos y por los complementos que vendía, el hecho de que ofreciera cursos para aprender a retratar y vendiese equipos daguerrotípicos también conecta con uno de los mecanismos de difusión de la nueva técnica en ciudades tan cerradas como era Santander en aquellos momentos, no hay que olvidar que la diligencia de Santander a Madrid hacía el recorrido (si no había problemas con el tiempo) en cuatro días como reflejan los anuncios de la época.

    Os aporto estas reflexiones felicitandoós de nuevo por el mágnifico trabajo que estais haciendo en este blog.
    Un fuerte abrazo desde Santander. B.R.

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