Anónimo. [Tres damas frente al espejo]. Málaga, cristal estereoscópico, emulsión de gelatinobromuro. Ca. 1905Practicar este deporte de apreciar la fotografía, nos lleva a veces a dar con imágenes de personas anónimas que en algún momento de su vida cotidiana o en un día festivo, las mas de las veces, han detenido su quehacer y han respondido al reclamo … a ver, ¡mirando a la cámara!
Anónimo. [Cuatro niñas]. Málaga, gelatinobromuro, ca. 1915Se trata a veces de un instante robado: tres damas frente a un espejo, la fotógrafa en el centro se convierte así al mismo tiempo en objetivo de su propia cámara.
En ocasiones tras la imagen hay una intención previa y una preparación de la escena. Carnaval, ¡niñas, mirad a la cámara!. … no es fácil que los niños sincronicen sus miradas…, seguro que esta imagen no fué el primer intento del fotógrafo.
La cámara es un instrumento curioso, siempre lo ha sido, incluso una cámara pesada con un trípode imprescindible… pero mucho más cuando la técnica avanza y le aporta ligereza, y del soporte en cristal para los negativos se pasa a la película flexible … ya en 1927, el fotógrafo se ha colado en el patio de las bodegas de los Hijos de Antonio Barceló, en Málaga. Los empleados aún en plena faena posan gustosos ante la cámara.
Anónimo. [Grupo de empleados en las bodegas de Hijos de Antonio Barceló]. Málaga, película negativa, gelatinobromuro. 1927 La mirada de estas personas desde el papel, nos seduce casi siempre, y hace que intercambiemos nuestra mirada con la suya. Quizá sea este el mayor valor de estas fotografías, al que en algún caso se le añade alguna otra aportación documental, si tenemos la suerte de haberlas encontrado en su contexto, o tal vez con algunas compañeras de viaje… Aunque posiblemente para el legislador estas son sólo “meras fotografías” ;)
En cualquier caso no nos han pasado desapercibidas y pensando que también para alguien más podrían tener interés, editamos un pequeño librito con este título: Mirando a la Cámara, que reúne una selección de 140 retratos , todos ellos captados en Málaga, no por casualidad, y en un lapsus temporal de 100 años desde 1860 a 1960.
Portada del libro “Mirando a la cámara”. Málaga, Claroscuro Ediciones, 2008
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Contraportada del libro “Mirando a la cámara”. Málaga, Claroscuro Ediciones, 2008